Desde el pasado mes de marzo, el Colegio no ha dejado de trabajar para adaptar sus instalaciones y funcionamiento a las condiciones que dicta la COVID-19, un esfuerzo que engloba a toda nuestra comunidad educativa y en el que seguimos inmersos.
Este año es, sin duda, el año de la COVID-19. El coronavirus ha golpeado todos los ángulos de la sociedad a escala global, y en este contexto, los centros educativos no se han escapado de sus efectos. Desde la declaración del estado de alarma en el mes de marzo, en el Colegio hemos trabajado por paliar los efectos adversos que esta situación pudiera producir en la formación de nuestros alumnos, un esfuerzo en el que, a pesar de haber vuelto a las clases presenciales en casi todos los niveles, aún nos encontramos inmersos.
El cierre de los colegios durante el estado de alarma obligó a toda nuestra comunidad educativa a cambiar la forma de ofrecer y asistir a las clases. Pasar de la educación presencial a la educación online no fue fácil, pero gracias a la capacidad del Colegio como centro referente de Google y al esfuerzo de la Fundación San Fernando para dotar al centro y a las familias de los recursos tecnológicos necesarios, el curso culminó con los objetivos alcanzados. Buena muestra de ello son los resultados obtenidos por los alumnos de 2º de Bachillerato en las pruebas de acceso a la universidad, en las que obtuvieron un 100% de aprobados y una nota media superior a la media regional. Al mismo tiempo, el Colegio fue adaptando sus espacios a la nueva realidad, señalizando los tránsitos por sus instalaciones y tomando las medidas de prevención necesarias para garantizar la salud de los trabajadores que continuaron acudiendo al centro de trabajo y de las pocas visitas que se podían recibir.
Nuevo curso, nuevos retos
Lejos de finalizar, la pandemia trajo nuevos retos para el curso 2020-2021. Desde varias semanas antes del inicio de las clases, la dirección del centro y las jefaturas de estudio trabajaron en la elaboración de un Plan de Contingencia que diera respuesta a los diferentes escenarios posibles. Fue un proceso laborioso y complejo, dada la lentitud y los cambios de criterio de las administraciones, que obligaban a su vez a introducir continuas modificaciones en el plan. Pero finalmente pudimos culminar el documento, que sigue en constante revisión en función de las indicaciones que recibamos por parte de las autoridades sanitarias y educativas.
De forma paralela al Plan de Contingencia, durante las semanas previas al inicio del curso el Colegio planificó y se fue preparando para el comienzo de las clases. Se diseñaron entradas y salidas escalonadas por diferentes puertas y horarios en función de los diferentes niveles; se organizaron diferentes horarios de recreo en función de los distintos niveles y grupos estables de convivencia; se avanzó en la señalética tanto en la cuesta de acceso y exteriores del centro como en los pasillos interiores y patios del centro; se prepararon las aulas que ya funcionaban y se acondicionaron espacios nuevos (antigua biblioteca, Science Lab, aulas de Tecnología, aula Audiovisual, laboratorios…) para que todos los alumnos pudieran asistir a clase cumpliendo las distancias de seguridad; se planificó la enseñanza semipresencial en 3º y 4º de ESO y Bachillerato (dada la falta de espacio para cumplir con las distancias), etc. En Bachillerato hemos corregido esta situación recientemente ampliando las aulas existentes, derribando tabiques y levantando otros en espacios ubicados entre estas aulas. Esto ha permitido el regreso de todos los alumnos a una enseñanza cien por cien presencial. No obstante, las cámaras con que se había dotado a estas clases se están utilizando para ofrecer las sesiones de manera online a aquellos alumnos que no pueden acudir al centro por cualquier circunstancia.
Grupos estables de convivencia
Uno de los puntos más importantes abordados antes del inicio del curso fue la creación de los grupos estables de convivencia (grupos burbuja), creados con el objetivo de restringir los contactos de los alumnos en el centro y de facilitar el rastreo cuando se produjera algún positivo. Tuvimos que crear nuevos grupos de 20/21 alumnos, por lo que, en la práctica, el Colegio funciona como si fuera de línea 5. De hecho, se ha procedido a la contratación de nuevo profesorado para atender las nuevas necesidades educativas. La creación de estos grupos no fue tarea fácil, dado que los cambios supusieron la separación de alumnos que habían sido compañeros, en la mayoría de los casos, durante años. Siendo conscientes de ello, el Consejo de Dirección tomó esta decisión con un único criterio prioritario: preservar la salud de los alumnos. Ya avanzado el curso, podemos decir que los niños se han adaptado de manera ejemplar, entendiendo a la perfección la situación y respondiendo de la mejor manera posible, haciendo nuevos amigos y siguiendo las clases con total normalidad. No obstante, se trata de una solución temporal, y el objetivo es que una vez finalice la pandemia los grupos regresen a su configuración original.
Otro de los requisitos de las autoridades para este curso ha sido la designación de una persona encargada de coordinar la atención en el centro y el contacto con las autoridades sanitarias cuando se produce algún caso sospechoso de COVID-19. En el caso de nuestro centro, nuestra coordinadora COVID-19 es además licenciada en Medicina. Para atender a las personas (alumnos o trabajadores del centro) que presenten algún síntoma compatible con la enfermedad, el centro ha habilitado dos salas COVID con todo el material necesario para atenderlas con la máxima seguridad.
La limpieza y la higiene, que siempre han sido muy importantes en el Colegio, se han reforzado especialmente este año. A través de la Fundación San Fernando se han adquirido equipos especiales para la limpieza y desinfección de todas las instalaciones, lo cual se realiza varias veces al día. De la misma manera, se está poniendo especial cuidado en la ventilación y purificación del aire, dado que se ha demostrado que ésta es una de las principales vías de contagio.
Vídeo sobre las medidas anti COVID-19 puestas en marcha en el Colegio, también en Sanfer Channel.
La mejor calidad del aire, gracias a la Instalación de equipos Biow
La Fundación San Fernando ha recurrido a la última tecnología disponible y ha adquirido equipos Biow de nanofiltrado de amplio espectro y esterilización térmica ubicados en todas las aulas de Educación Infantil y en las aulas de Tecnología, así como en la sala de profesores.
Los Biow son dispositivos especialmente indicados para su uso en centros educativos, ya que proporcionan un ambiente protegido de virus, bacterias y microorganismos, minimizando el riesgo de contagio por aerosoles en espacios cerrados, que es una de las principales vías de transmisión del coronavirus. A diferencia de equipos utilizados en otros centros, Biow NO es un purificador de aire, no emite ozono, ni peróxido de hidrógeno, ni ningún otro componente químico que pueda ser nocivo para la salud. Posee un flujo laminar continuo que no remueve el aire, e incorpora luz ultravioleta-C que elimina eficazmente el SARS-CoV-2 y demás virus y bacterias en espacios cerrados. Además, elimina las nanopartículas menores de 0,1µm, las partículas ultrafinas 0,3, PM 2,5, PM 10-2,5, PM 10, gases, olores y alérgenos.
La tecnología de Biow, Wide Spectrum Nano 10, tiene una eficacia demostrada científicamente (ha sido probado por el Instituto de Investigación Biomédica del Principado de Asturias (ISPA) y por la Clínica Universitaria de Navarra), y cumple con la normativa legal vigente para la lucha contra la COVID-19, contando con certificados médicos aportados con cada unidad.
Servicios adaptados a la situación
La pandemia también ha afectado a nuestras actividades extraescolares y deportivas, cuyos grupos también se han formado siguiendo la línea de grupos de convivencia estables y guardando todas las medidas de seguridad. De hecho, además del uso generalizado de la mascarilla, en las actividades deportivas se han cambiado algunos ejercicios y entrenamientos para evitar el contacto directo entre los alumnos.
Por su parte, los servicios de comedor y transporte escolar también se han adaptado a la nueva situación. En el primer caso, se han adaptado nuevos espacios y se ha hecho especial hincapié en la separación de los grupos de convivencia por mesas, y en el mantenimiento de la distancia de seguridad entre éstas. En el caso de los usuarios que no pertenecen a grupos burbuja, también se han adoptado las medidas necesarias para que guarden la separación de 1,5m. Respecto a los autobuses, la utilización de la mascarilla en su interior es obligatoria a partir de 6 años y muy recomendable de 3 a 5. Asimismo, cada alumno tiene una ubicación fija en el vehículo.
Obviamente, a todo lo enumerado hay que sumar las medidas higiénicas y sanitarias conocidas por todos: uso de mascarilla, higiene de manos, mantenimiento de las distancias de seguridad, etc.
Valga este resumen como breve repaso a todo el trabajo realizado desde antes del inicio del curso, un esfuerzo de todos quienes forman parte del Colegio, incluyendo a las familias, sin cuya colaboración e implicación en todos estos procesos no sería posible que nuestra actividad se estuviera desarrollando de manera tan satisfactoria como lo está haciendo hasta el momento.