Fin de semana mágico en el Quirinal para convertirnos en campeonas de Asturias

Gran fin de semana para nuestras junior femenino, que se proclamaron campeonas de Asturias tras dos partidos muy intensos ante grandes rivales.

El pasado viernes se disputaban las dos semifinales que darían acceso a la gran final. Por un lado se jugaba École contra Real Grupo Cultura Covadonga. Por otro, Oviedo Club Baloncesto contra nuestro equipo, Sanfer-ADBA. El vencedor de la primera fue École, que nos esperaba para repetir la final del año pasado.
Por nuestro lado disputamos un partido donde fue muy complicado aguantar la tensión y manejar los nervios lógicos de un encuentro de este nivel.

Oviedo, que salió con la idea clara de dar todo hasta el final, nos planteó un choque muy rápido, donde el balance defensivo que estábamos haciendo no paraba sus contraataques. La puesta en escena de nuestro rival fue mejor que la nuestra. Encadenaban varias canastas seguidas y nosotras no anotábamos nunca con facilidad. A pesar de esto, en el primer cuarto pudimos irnos un punto arriba (25-26). El segundo cuarto tuvo dos fases. El principio del periodo fue una réplica del primero, pasando a tener 3-4 minutos muy buenos donde abrimos una brecha de 12 puntos, finalizando el cuarto con dudas y cometiendo los mismos errores que nos habían llevado a darle ventaja a Oviedo. Con esto nos fuimos al descanso 4 puntos arriba, sabiendo que nuestra profundidad de banquillo se iba a notar al final del partido.

En el tercer cuarto ya se pudo ver como nuestras chicas estaban más asentadas en el encuentro y no consentían tantos errores, llegando a ver los mejores minutos de juego. En el último cuarto, y tras la expulsión de su mejor jugadora, el choque se rompió a nuestro favor y logramos una ventaja de +22 puntos que nos hacía clasificarnos para la final.

En el partido pudimos ver a varias jugadoras destacadas, pero la mejor noticia fue la vuelta de Llara, que pudo jugar 3 minutos tras su vuelta de lesión.

La gran final

Tras vencer a OCB en la semifinal, nos jugábamos el campeonato contra el colegio École, un rival al que conocemos muy bien y que sabíamos que debíamos hacer muy bien las cosas para poder vencerlas. En esta ocasión no se vieron tantos nervios por parte de nuestras chicas, algo que ayudó a que entráramos en el partido mucho menos tensas que en el encuentro anterior.

Un parcial de 8-0 a favor nos hizo estar muy tranquilas y desplegar todo nuestro potencial ofensivo. Poco a poco íbamos incrementando la distancia en el marcador, viendo la intensidad defensiva de este equipo y disfrutando del juego alegre y tan poco predecible que nos acostumbran estas jugadoras. Triples, contraataques, pases espectaculares, jugadas colectivas, individuales… tenía todo la gran final.

También gracias al acierto y al buen juego, pudimos dar minutos a todas las jugadoras del equipo, llegando al momento más emotivo de toda la final. Marina González, que se lesionó hace unas semanas con el equipo Nacional y que sabía que no iba a poder jugar, entró en pista para disputar de manera simbólica el último minuto. Arropada por la ovación de todo el pabellón, las lágrimas de todas las compañeras y parte del público inundaron la pista. École se comportó de manera ejemplar dejándole tirar un par de veces a canasta, sabiendo de la importancia para nuestra jugadora de poder saltar unos segundos a pista. Agradecemos enormemente el gesto por su parte y aplaudimos su deportividad durante los 40 minutos.

Una vez más, todas las jugadoras podían ser destacadas en esta crónica, pero hay que hablar de Ángela Engonga. Campeona de Asturias, MVP y máxima anotadora de la final, una jugadora que mostró el alto nivel que lleva manteniendo durante toda la temporada.

Ahora toca pensar en seguir entrenando y prepararse para un Campeonato de España que sabemos será muy complicado, pero que afrontamos con mucha ilusión y que disfrutaremos al máximo.

Por otro lado, queremos felicitar a los 3 equipos de la final por su deportividad y buen juego mostrado, sin olvidarnos del resto de equipos de la liga que hicieron que ésta tuviese un nivel muy alto.

Y ahora es momento de agradecer a todas las familias que se acercaron a animar al equipo tanto viernes como el domingo en la final. Pudimos disfrutar de un ambientazo, sintiendo el calor de todas las niñas y niños que componen los equipos de cantera. Las jugadoras y el staff técnico disfrutaron como nunca de una final gracias a todos los allí presentes. Mil gracias y esperemos repetir lo vivido en las próximas temporadas.