El Colegio se adapta a la realidad educativa planteada por el coronavirus gracias a sus herramientas tecnológicas, el esfuerzo de profesores y alumnos y la implicación de las familias.
Desde hace algo más de un mes y medio, las rutinas de los alumnos y profesores del Colegio San Fernando, como las de muchos otros niños y mayores, han cambiado de una manera inimaginable antes del inicio del estado de alarma. Han pasado de madrugar para ir al ‘cole’, de aprender y enseñar en el aula compartiendo la experiencia con los compañeros, a tener que hacerlo desde sus casas. El cambio llegó de un día para otro y provocó muchas incertidumbres, pero nuestra comunidad educativa ha demostrado que está preparada para el reto de ofrecer un modo alternativo de educación en estas circunstancias de aprendizaje desde el entorno familiar.
El éxito del modelo impulsado desde el Colegio está basado en tres pilares. El primero, una planificación por parte del equipo directivo y docente apropiada para despertar la motivación y compromiso de los alumnos. El segundo, el apoyo y colaboración de las familias con este modelo de enseñanza. Y el tercero, la utilización de las herramientas tecnológicas apropiadas para estos objetivos, un apartado en el que ha destacado nuestra condición de Centro de Referencia Google.
“Nuestros profesores se han adaptado a impartir el aprendizaje a distancia en tiempo récord, demostrando su enorme dedicación, pasión y profesionalidad, sin restricciones de horarios”, destaca nuestra directora académica, Carmen Bueno. De hecho, las horas dedicadas a preparar las clases y las tareas se han duplicado. Los profesores de Educación Primaria se reúnen diariamente por videoconferencia, algunos días hasta dos veces, y están totalmente coordinados para desarrollar las tareas. Los de ESO y Bachillerato se reúnen semanalmente tanto con los jefes de departamento como con los profesores del mismo nivel, y están en contacto continuo a través de email. “Además, tenemos la suerte de contar con un alumnado que está respondiendo muy positivamente a esta circunstancia, y por supuesto, con unas familias de las que estamos recibiendo gran colaboración y apoyo”, subraya Carmen Bueno.
Como es normal, lo primeros días fueron los más complicados. Sin embargo, la situación no tardó en normalizarse. Los profesores diseñan tareas y proporcionan recursos para que los alumnos exploren y aprendan: clases pregrabadas, vídeos, audios, tareas de desempeño… También imparten clases en tiempo real, con el grupo completo o en grupos reducidos. Esto permite que los alumnos puedan realizar consultas, reciban feedback sobre las tareas realizadas y compartan opiniones con sus compañeros. Como complemento a las tareas escolares, todas las semanas se propone a alumnos y familias diferentes retos, sugerencias lúdicas y actividades extraescolares que pretenden entretener, enriquecer y completar su formación.
El hecho de ser un Centro de Referencia Google ha facilitado este cambio de funcionamiento. Todos los alumnos disponen de su propio correo electrónico con dominio @sanfer (Gmail), y con él tienen acceso a todas las herramientas Google creadas especialmente para el entorno educativo: Meet, Classroom, Blogs/Sites, Formularios Google, etc.
Educación Infantil
La nueva forma de trabajar se ha extendido en todos los niveles, cada uno con sus propias características. Así, nuestros niños de Educación Infantil reciben vídeos, cuentos, meets, correos de todos sus tutores, que les permiten seguir teniendo un contacto diario de ánimo y aliento mutuo. Todos los lunes, los ‘peques’ reciben de sus profes un vídeo para comentarles las tareas de la semana y mandarles mensajes de ánimo. Además, les han grabado cuentos compartidos en la página web y les plantean actividades que ayudan a los niños a pasar mejor esta situación.
“Como maestra de Educación Infantil, el ser ‘profe’ desde la distancia ha sido un desafío, sobre todo el tener que enfrentarme a esta nueva forma de enseñar y el poder llevarla a cabo en tan poco tiempo”, explica Noelia Iglesias, tutora de una clase de 5 años. “Tanto mis compañeras como yo hemos tenido que aprender a trabajar con las nuevas tecnologías en un tiempo record”. Entre las cosas positivas de esta situación, Noelia destaca “el aprender a reorganizar metodologías de trabajo, a priorizar contenidos, reestructurar materiales, el establecer un vínculo mayor con las compañeras de trabajo y desarrollar una mayor colaboración y coordinación entre nosotras para lograr nuestro principal objetivo, que es ayudar a nuestros ‘peques’ transmitiéndoles cercanía y, sobre todo, ánimo”. Pese al gran trabajo que están realizando, Noelia y sus compañeras echan de menos algo que la tecnología nunca podrá sustituir: “los abrazos de los niños, sus besos, el oír contar sus experiencias del día a día, el crecer y aprender a su lado y el compartir sus risas y su alegría”.
Educación Primaria
En los primeros niveles de Educación Primaria, además de recibir vídeos de los profesores y tareas a través de Classroom, los niños también realizan sesiones online, tanto con sus tutores como con el resto de docentes, lo que les permite seguir manteniendo el contacto y sentir que tanto sus profesores como sus compañeros siguen muy cerca. En los niveles superiores se han adaptado horarios para que los tutores pasen online la mayor parte de la jornada con sus alumnos, pudiendo supervisar la realización de las tareas, además de resolver dudas. Esos horarios son totalmente flexibles para que los alumnos escojan el momento en que pueden conectarse.
Los niños no han tardado en adaptarse a las actuales circunstancias, que para ellos han resultado incluso motivadoras. Así lo explica Juan Enrique Zapatero, tutor de 5º. “En líneas generales, los alumnos han mejorado su rendimiento online. A un porcentaje alto les motiva al ser algo diferente y están viendo la cantidad de cosas que se pueden hacer y que favorece ciertos aprendizajes de cara al futuro”. En la misma línea, Alicia Seisdedos, tutora de 6º, destaca que “la capacidad de adaptación de nuestros alumnos, una vez más, vuelve a sorprendernos. Se han hecho en seguida a esta forma de trabajar sin rechistar y siempre con entusiasmo y una sonrisa”. Por su parte, Patricia Cueto, tutora de 2º, hace hincapié en el papel que juegan las familias. “Sin ser esperado ni planificado, la educación a distancia nos ha proporcionado un acercamiento mayor entre familia y colegio, con una implicación que resulta necesaria para el aprendizaje de los niños siempre, pero aún más en el contexto tan especial y atípico que nos encontramos”. Cabe destacar que el Colegio está llegando a la inmensa mayoría de los hogares de Educación Primaria, y ha proporcionado equipos a aquellas familias que no contaban con ellos y los han solicitado. De esta manera, el porcentaje de alumnos que siguen las clases y realizan las tareas es superior al 97%.
ESO y Bachillerato
En ESO y Bachillerato todos los alumnos disponen de su propio ordenador portátil Chromebook, lo que facilita la comunicación e interacción entre profesor-alumno. Continúan el aprendizaje de modo sincrónico asistiendo a sus clases mediante videoconferencias en el horario habitual anterior al estado de alarma. “Las herramientas, múltiples y variadas, nos permiten diseñar un aprendizaje muy diferente al tradicional, uniendo las inmensas posibilidades de los recursos con la imaginación del docente y del alumno. Esta forma de trabajar estimula el proceso de indagación en todos los sujetos, aunque también implica una labor de selección de contenidos para la elección de los más adecuados. No puede sustituir al contacto personal entre el docente y el alumno, pero permite que estos últimos se sientan acompañados a lo largo del proceso de aprendizaje”, explica Laureano Álvarez, uno de los profesores de estos niveles.
“Aunque es un poco complicado conciliar la vida familiar y el trabajar a distancia, es muy gratificante levantarte por las mañanas, conectarte con tus chicos y trabajar por videoconferencia con mi pizarra como si estuvieses en el colegio, ya que me ayuda a desconectar de esta horrible situación en la que nos encontramos”, explica por su parte Eva Merideño. Esta situación supone un reto para muchos profesores, tal y como resalta Carmen García. “El trato virtual con el alumno requiere de una mayor paciencia, empatía y comprensión. Pero hay que seguir adelante y adaptarnos al medio donde nosotros también estamos aprendiendo a la par que nuestros alumnos”.
Departamento de Informática
Todo el trabajo explicado anteriormente no habría sido posible sin el papel desempeñado por del Departamento de Informática del Colegio, disponible en todo momento para resolver cualquier problema que pueda producirse y para solventar dudas tanto a los alumnos y familias como al propio profesorado. Nuestros informáticos también han hecho posible la puesta en marcha este curso de nuestra nueva plataforma digital, Oby, que está siendo una pieza determinante a la hora de mantener este contacto continuo con los alumnos y sus familias y, de esta manera, superar el complicado reto educativo planteado por el coronavirus.
LOS DATOS (desde el inicio del estado de alarma)
- Chromebook activos: 632
- Classroom creados: 380. El número de usuarios ha alcanzado los 1.496, lo que supone un aumento del 35%.
- Publicaciones de los profesores: 9.268 (formularios, documentos, vídeos…)
- Correos electrónicos: más de 4.000. Su número ha aumentado en un 217%.
- Almacenamiento utilizado: más de 19 Gb
- Sesiones Meet: Más de 4.000 (Sesiones completas de más de diez minutos; no están contempladas las consultas cortas alumno-profesor).
- Retos familiares completados: 3
- Vídeos de profesores publicados en Sanfer Channel: 9
- Préstamo de equipos: 11.
- Calendar: su uso ha aumentado un 50%.
- Impresoras 3D: cedidas para la impresión de material sanitario.